Acabamos de iniciar el módulo sobre Reflexología Podal, y como cada año nuestras alumnas tienen el placer de poder practicar y aprender ésta técnica.
Pocas cosas son más placenteras que un buen masaje en
los pies. No hace falta haber pasado por un consultorio de reflexología
para constatar la influencia benéfica y relajante de sentir el contacto
de las manos acariciando nuestros fatigados talones, dedos y las
plantas sobre las cuales, la mayor parte del día, apoyamos el peso de
nuestra existencia (en el más amplio sentido del término).
Para la reflexología, práctica milenaria conocida
por diversas culturas del mundo, esto no es casual sino, por el
contrario, la comprobación de que en nuestros pies se "reflejan", a
través de conexiones nerviosas y energéticas, todos los órganos de
nuestro cuerpo. Y como esta terapia se enmarca dentro de una filosofía
holística de la medicina, debemos tener muy en cuenta que dentro de
nuestros zapatos también se esconden nuestras emociones.
A través de los masajes, movimientos y presión
aplicada sobre cada zona de la planta o el dorso de los pies, la
reflexología busca recuperar la homeostasis (la capacidad del organismo
para regular su propio equilibrio), favoreciendo la circulación
sanguínea y desbloqueando energía estancada. Vale aclarar que esta
técnica puede aplicarse a las manos y al rostro, ya que también allí se
encuentran zonas reflejas.
Aquí os proporcionamos un mapa donde encontrar todos los órganos en la zona plantar de los pies.