Una de ellas es la radiofrecuencia facial. La radiofrecuencia es un tratamiento consistente en radiaciones electromagnéticas que penetran las capas más profundas de la piel provocando movilización molecular. El calentamiento al que es sometida la piel, genera más colágeno, conllevando a un efecto tipo lifting. Este procedimiento principalmente es utilizado para el rejuvenecimiento de la piel y el combate de la celulitis y flacidez. Son tanto tratamientos de tipo facial como corporal y sus efectos pueden notarse desde la primera sesión gracias a la activación del colágeno.
La radiofrecuencia facial resulta ideal para combatir el envejecimiento y
la flacidez en zonas como los pómulos y el cuello. Lo que se busca con
está técnica estética es conseguir de manera gradual la reestructuración
del colágeno profundo, ayudando en la formación fibras nuevas.
Resulta un tanto aventurado decir cuantas sesiones son necesarias, esto
dependerá de cada persona porque según el caso necesitará diferente
número de sesiones, pero en general entre cuatro y ocho son suficientes.
La gran ventaja de este tratamiento es que meses después de la última
sesión se siguen viendo los resultados.